Centrífuga
PRP Starter Set | EBA 200
Centrífuga Hettich EBA 200
Centrífuga Hettich EBA 270
¿Qué centrífuga para el PRP?
Se requiere una "centrifugadora de prácticas" para el uso de PRP en medicina. "Las centrífugas de práctica" se refieren generalmente a las centrífugas utilizadas para tratamientos terapéuticos, por ejemplo para la producción de preparados de sangre autóloga. Por lo tanto, estas centrífugas se clasifican como productos sanitarios de clase 2a.
La producción de plasma rico en plaquetas (PRP) a partir de sangre total requiere la centrifugación para aislar y concentrar las plaquetas. La centrifugación utiliza el principio de la fuerza centrífuga para acelerar el proceso natural de sedimentación. Los profesionales que administran PRP con una concentración significativa de plaquetas viables en el tejido dañado observan una mayor regeneración del tejido y mejores resultados.
Preparación del PRP
La sangre se compone de glóbulos rojos, glóbulos blancos, plasma sanguíneo y plaquetas. Si se colocara un frasco de sangre sobre una mesa, la sangre acabaría separándose en tres capas diferentes, con las partes más pesadas hundiéndose en el fondo y las más ligeras subiendo a la parte superior. Con el tiempo, se harían visibles tres capas diferentes: los glóbulos rojos (RBC) en la base, los glóbulos blancos y las plaquetas en una capa muy fina por encima de los RBC (también llamada "capa buffy") y, finalmente, el plasma pobre en plaquetas en la parte superior.
La centrifugación acelera este proceso de deposición innata y permite a los médicos aislar y reinyectar las plaquetas muy rápidamente. En la centrifugación, las partículas en suspensión experimentan una fuerza radial que las aleja del eje de rotación. Las partículas con la siguiente densidad se mueven más rápido y se separan de las partículas menos densas y más pequeñas.
Las plaquetas son células de nuestro cuerpo que contienen nutrientes y factores de crecimiento que estimulan la cicatrización normal de las heridas, al igual que la piel se cura después de un rasguño. Se extrae una pequeña cantidad de sangre del paciente mediante tubos de PRP para fabricar el PRP. Una vez extraída la sangre, los tubos se colocan en una centrifugadora de PRP que hace girar la sangre a gran velocidad para separar la sangre en glóbulos rojos concentrados y plaquetas; una vez separada la sangre, los glóbulos rojos se desechan y nos quedamos con el PRP (plasma rico en plaquetas) concentrado que se utiliza en el proceso de tratamiento.
Las mejores tarifas y protocolos de centrifugado de PRP
Calcular la velocidad, la fuerza y el tiempo exactos necesarios para estratificar la sangre requiere un profundo conocimiento de la física. Hay muchos factores que afectan al proceso de centrifugación, como la anchura, la longitud y el peso del kit de PRP, así como la velocidad y la fuerza ejercida por la centrifugadora. Además, la fuerza centrífuga aumenta con la distancia al eje de rotación. Por lo tanto, una centrífuga más grande ejerce más fuerza que una centrífuga más pequeña a la misma velocidad.
La fuerza centrífuga relativa es una expresión de la fuerza g, la atracción gravitatoria de la Tierra. Al calcular la fuerza g, hay que tener en cuenta que la fuerza g que actúa sobre las partículas es exponencial a la velocidad de rotación. Este valor exponencial se expresa en revoluciones por minuto (rpm). El valor exponencial es especialmente importante cuando se considera la velocidad centrífuga; por ejemplo, al duplicar la velocidad se cuadruplica la fuerza.
Las centrífugas disponibles en el mercado están diseñadas para maximizar la sedimentación y aislar las plaquetas cuando se utilizan con sus respectivos tubos de PRP. Debido al diferente peso y tamaño de los tubos de PRP, algunos kits requieren una centrifugadora independiente y el fabricante establecerá protocolos para optimizar el proceso de sedimentación en función del tamaño exacto del tubo de PRP.
Centrifugación y temperatura
Los factores más importantes a tener en cuenta en la centrifugación son el tiempo, la velocidad y la temperatura, pero pocas centrifugadoras comerciales de PRP tienen control de temperatura.
¿Este seguimiento del sector conduce a resultados diferentes en la ortobiología? La temperatura es una variable esencial a tener en cuenta cuando se trabaja con material biológico. Las altas velocidades crean fricción y pueden calentar la muestra durante la centrifugación.
El control de la temperatura es aún más importante cuando la centrifugación tiene lugar fuera del vacío. La centrifugación fuera del vacío provoca una resistencia adicional y un aumento de la temperatura. Los biólogos de investigación tradicionalmente enfrían sus centrifugadoras para compensar el aumento de temperatura causado por la fricción.
Si la muestra se calienta durante el centrifugado, las plaquetas pueden activarse prematuramente. Además, el calor podría dañar las plaquetas y reducir su vitalidad.
El enfriamiento de la centrífuga ralentiza los procesos biológicos y puede ayudar a mantener la vitalidad de las plaquetas. Este fenómeno biológico conocido ha sido reconocido por los investigadores como un aumento de la activación de las plaquetas y la liberación de gránulos alfa¹, pero raramente como un daño a la viabilidad de las plaquetas durante la centrifugación.
La reproducibilidad de los resultados cuando se trabaja con material biológico depende del control preciso de las variables, y los resultados incoherentes en ortobiología podrían estar relacionados con las diferentes temperaturas de las muestras. Los mejores protocolos de PRP dependen de las especificaciones exactas del kit de PRP. La velocidad y el tiempo de centrifugación ideales se calculan en función de la masa y el tamaño del tubo de PRP.